miércoles, 24 de septiembre de 2008

5.9.2008.
Subida del sueldo porque sí.
Por: Ángel
Había razones...

La empleada doméstica pidió aumento de sueldo.
A la señora no le cayó muy bien la solicitud y le preguntó:
- María, por que quieres que te aumente el sueldo?...
- Señora: hay tres razones. La primera es que yo plancho la ropa mejor que usted
- Quien te dijo que planchabas mejor que yo?
- Su esposo lo dijo
- ¡OH...! ! !
La segunda razón es que yo cocino mejor que usted
- Eso es puro cuento, quien te dijo que cocinabas mejor que yo?
- Su esposo también dijo eso
- ¡Ah caramba....! ! !
- La tercera razón es que yo soy mejor en la cama que usted...
(La señora muy descompuesta)
- ¿¡Mi esposo te dijo eso??? ! ! !
- No señora, el jardinero fue quien me lo dijo...
OBVIAMENTE LA SEÑORA LE AUMENTÓ EL SUELDO...
7.9.2008.
ESPAÑA TRISTE; ESPAÑA PERPLEJA

Por: Ángel
Repaso una columna de Umbral que titulaba “España triste”; la escribió tras el 11-M y la subsecuente victoria de Zapatero.
2 comentarios

Decía entonces:
“Lo que estamos viviendo desde hace una semana es la España triste de la posguerra, la revolución, el crimen…/…La victoria del señor Zapatero no ha sido una victoria alegre sino entintada de sangre, humos y bajos…”
No pretendo con este recuerdo hacer un remedo de la grandísima tragedia que padecimos; lo que si hago, obviando aquella, es pensar que también ahora podríamos decir “España triste” y, quizás, Umbral escribiría lo mismo pero sin aquel referente.
No ha sido tampoco alegre la nueva victoria del señor Zapatero salvo para sus simpatizantes y no todos; no consiguieron los 173 escaños que él había escrito e introducido en un sobre que se cerró en su presencia y la de Pedro J. Ramírez que era su entrevistador; el PP se encontró ante un auténtico fiasco; y los nacionalistas notaron enseguida que tendrían que aflojar la soga con la que habían estado estrangulando al gobierno; sólo Rosa Díez podía estar contenta, y con razón.
Pero es que ha bastado poco más de un mes para que se percibiera que las cosas del comer no eran como las había pintado el triunfador; con sólo dos meses creció la sensación de que el gobierno no pisaba suelo; y en tres meses ya había aparecido la inquietud y la zozobra en el ciudadano comprometido con su sociedad (a quienes no lo están les parece este país una jauja del disloque judicial y de la seguridad)
En ese tercer mes se reconoce que la situación era más complicada de lo prevista; se prometen medidas; pero las medidas carecen de enjundia y son reiteración de otras que ya habían sido vendidas.
Sigue creciendo la inquietud y entonces el gobierno, que percibe que el ciudadano piensa que no sabe que hacer, piensa que sí que sabe que hacer; es lo que brillantemente hicieron en la anterior legislatura: Dividir a los españoles.
Y así nos encontramos con un trágico accidente que el propio gobierno politiza con un “yo pasaba por ahí y no vi nada”; se llenan páginas, ondas y pantallas sobre la noticia; para seguir llenándolas nos anuncian una nueva ley del aborto como si adaptarla fuera insuficiente para calmar apetitos abortistas; se hace un homenaje a la mujer miembro de la policía o de las fuerzas armadas prometiendo cambiarles con urgencia sus trajes; se anuncia el desarrollo de una primera ley sobre la eutanasia, se potencia la supuesta paternidad de Aznar en un evidente embarazo, Garzón se lanza a la piscina con sólo el agua ‘progresista’ y quiere saber los muertos en nuestra guerra civil… pero sólo los de un bando… y lo que nos tocará sufrir; como he recordado antes, hay que reconocer que nuestros gobernantes son excelentes expertos en esta materia de división y carnaza mediática, aunque sea con asuntos que no constaban en su programa electoral… En este momento pienso que más que triste, “España está perpleja y acomplejada”. Nuestros políticos van a lo suyo cuidando sus parcelas de poder con botes de humo y pensando que ya escampará; incluyo a nacionalistas y la que debería ser la oposición; la cual parece acomplejada, resignada y sin fuerzas para defender lo que sus votantes presuponían que defenderían. Umbral terminaba su artículo: “Esta España triste no sabemos cuanto va a durar pero es como una convalecencia larga y solitaria de todos los españoles…/…España triste como un tren que retrocede y descarrila, dejándonos a todos sin biografía”
Y con esta cita termino también perplejo; no sin recordar que echo en falta esas memorables columnas de aquel a quien llamaban ‘el maestro’.
Ángel, el 5 de septiembre de 2008

martes, 23 de septiembre de 2008

Estos días he leído, en numerosos artículos, implacables cachondeos conceptuales y anecdóticos contra el liberalismo, aprovechando que por ahí pasa una inmisericorde campaña antiliberal. Lo he leído tanto a adictos a nuestro régimen imperante como a quienes tradicionalmente no lo están; es decir, los pseudos-independientes.Entiendo que eso es muy 'facilón'; más difícil sería contarnos que es el liberalismo económico, con sus curvas de oferta y demanda liberadas de oligopolios o, peor, monopolios; eso y no otra cosa es 'lo liberal'; en cuanto se coarta una de las dos, oferta o demanda o ambas, NO HAY LIBERTAD de mercado.Pero parece que muchos se están cobrando facturas pendientes con el liberalismo; sin disimulo, muchos confunden el llamado movimiento 'neocon' con la libertad de mercado y de paso le dan un 'viaje' a Bush al mejor estilo de Zapatero.Recuerdo a Balmes cuando nos decía que en un debate lo primero que hay que hacer es estar de acuerdo en 'el qué' se debate y en que términos se hará.Percibo que se está hablando y escribiendo más por fobias o filias, incluida la terminología, que por un análisis de lo que se comenta.Y es una desgracia más añadida a la que estamos sufriendo; porque todos podemos aprender de todos; y la cuestión que se nos plantea merece todo esfuerzo de análisis y concreción; echar las culpas a otros no nos va a solucionar nada. Un camino de análisis apenas seguido es preguntarse que tienen de liberales las grandes fortunas de nuestro país; fortunas que lo fueron con Franco, y lo han sido con UCD, con el PSOE y el PP, y lo siguen siendo con el PSOE de nuevo ¿hay alguna que haya tenido un comportamiento liberal? Ahora lo hago extensivo a nivel internacional; ¿qué tiene de liberal Billy Gates quien intenta monopolizar el mercado informático, o el socialdemócrata George Soros que en un día ganó mil millones de dólares hundiendo la libra, lo que también hizo con la peseta y la lira (me parece recordar)?; ¿y la OPEP?; ¿y las siete olores petroleras?; ¿y las inversiones de las fastuosas fortunas de los países productores de petróleo?; ¿y las de los nuevos supercapitalistas rusos y chinos?; pregunto.Mi respuesta es la que apuntan los estudiosos sobre economía; las grandes fortunas, los poderosos tienen una inclinación antiliberal; les rinde más manipular que ser honrados.Los americanos ya inventaron las leyes antitrust a finales del s. XIX y los europeos les siguieron cos sus tribunales de defensa de la competencia; está claro que han sido y son insuficientes; ¿ son intervencionistas estas leyes?; pues sí, pero su fin es lograr una auténtica libertad de mercado; si no existe esa libertad, el mercado no se autorregula si no que LE 'autorregulan' los poderosos los cuales, aunque compitan entre si, se confabulan para actuar como 'lobbies' para su mejor e inmediato beneficio; y eso si que no es liberalismo.Hoy, Pedro J., en su carta dominical como Director de El Mundo, hace una reflexión sobre los actuales sucesos económicos y la visión gubernamental con la de su entorno mediático. Recuerda a Gandhi con su frase... "la tierra produce lo suficiente para satisfacer las necesidades humanas, pero siempre se quedará corta ante la codicia".Y la codicia no es ni de derechas ni de izquierdas; ni es liberal, ni es conservadora, ni es socialista ni social demócrata; simplemente es… humana.Luego recuerda la película 'Wall Street' en la que uno de sus personajes dice: "La cuestión es, señoras y señores, que, a falta de una palabra mejor, la codicia es buena. La codicia está bien. La codicia funciona"…hasta que ha dejado de hacerlo; que es lo que ha sucedido.Creo que sólo por lo dicho se justifica una intervención en los momentos actuales; queramos o no, estamos instalados en una economía de mercado; sin ella no habría empleo siquiera suficiente; hay que intervenir, sajar, curar y seguir con una libertad de mercado con mecanismos que impidan eso: la supremacía de la codicia.Saludos.Ángel el 21 de septiembre de 2008