jueves, 23 de agosto de 2007

Estrategia popular (M.J. Navarro)

He estado observando detenidamente a Esperanza Aguirre (maravillosa foto que adornaba la impagable portada de LA RAZÓN) saltándose una red de padel con la destreza de un monosabio, sujeta a su raqueta, controlando sutilmente cada pliegue de su falda estampada, descalza como una ninfa, sin temor al espolón ni al ojopollo, y he llegado a la conclusión de que Gallardón no se merece un escaño. A Gallardas no le veo yo encaramado con la misma donosura a ese límite sagrado del deporte medio burgués, y mucho menos, elevando su sayón con semejante gracia y desparpajo. Gallardón no se merece un escaño. Después he visto la fulgurante estampa de Acebes, que es un cascabel, un sonajero, una tintineante campanilla, un tío de jajájajá, paseando por Marbella su tipín, y he rumiado para mis adentros que Gallardón no se merece un escaño en el Congreso. A Gallardón no le veo yo en esas impactantes ruedas de prensa del secretario general, tan de titular, tan de sí y al mismo tiempo tan de podría ser. Gallardas no puede estar en el Congreso. Jamás estaría tan moreno como Zaplana. Jamás haría el humorismo de Pujalte. Jamás. Todos sus aplausos se tornarían, a los ojos de sus correligionarios, en aceradas críticas, y todas sus aceradas críticas, en pasadas de la mano por el lomo. Gallardón lo que tiene que hacer es ocuparse de Madrid, que después de tanta mayoría absoluta y de arrasar, y de cepillarse a los rivales, no se cómo se le ocurre no estar sobre las cosas en las que tiene que estar. Meterse en obras y tal. Gallardón lo que tiene que hacer es ir a las verbenas y aprender a comerse un bocadillo de gallinejas, que ya verás que popular se hace en Génova, valga la redundancia. Y decir lo de la locomotora de España, y frases de dudoso calado, y pensadas casi por el que ideó «Que vienen los socialistas» de Pajares y Esteso. Y si tiene aspiraciones, que se aplique la plancha, bien caliente entre los muslos, que ya verás cómo se le pasa de golpe la tontería. Hooombre, ya, tanto talento, tanto talento. Pues que lo embotelle. Con las listas electorales que hay, que no las conoce ni Perry, y ahora vamos a colocar a Gallardas. Quiá, que diría el castizo.

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