domingo, 22 de abril de 2012

El Rey, la prensa, y su dinastía en abril 2012

El Rey, la prensa, y su dinastía
No estoy estupefacto -pero casi sí- con las reacciones de los medios de comunicación ante las aventuras de nuestro "super-mimado Rey"; con sus correrías- muchas de ellas documentadas con películas y fotografías (aunque no publicadas en España salvo los poster de aquel ya desaparecido partido "Convención republicana" que los pegaba en las elecciones para ser automáticamente destrozados o subsumidos por otros mensajes). La historia fotográfica de nuestro monarca es para nota. Se le consintió todo, incluso sus trompazos de elefante groggy contra las puertas de cristal de su propia residencia, o su desnudez bajando unas escaleras en el macro-yate de Agnelli (el difunto); eso se ha visto en Europa, especialmente Italia, y ¡cómo no! el británico The Sun y más en la prensa italiana. La familia real ha mostrado un gran poder para que esos reportajes no hayan llegado a España; y, más todavía, en que aquellas medios no se hiciera "sangre"..
Si te tomas el mundo por montera, no es extraño que con el tiempo se vea que ni tienes mundo, ni tienes montera.
Un día u otro le tenía que pasar al Rey; sus amantes ya son conocidas desde sus aventuras mallorquinas de hace veinticinco años; y sus amistades peligrosas, también en ambiente balear, ya fueron denunciadas por la Revista Tribuna de escasa supervivencia con Julián Lago como director; al sustituíerle J. Campmany (q.e.p.d.) se rebajó muchísimo la presión sobre la Casa Real.
Soy un gran admirador de Campmany, pero como director de Tribuna nos hizo un flaco favor a los españoles.
En épocas en que la Corona Británica (recuérsese que también lo es sobre la Commonwealth) se mantuvo ante la verdad y la insidia de la princesa Diana, aquí teníamos un Rey que no aceptaba una cohorte de nobleza, pero sí del poder del dinero.
Así su aamistad con el pintoresco personaje Tchotua que, con otros, dejó del lado a sus grandes protectores -entre otros, pero los que más- los Valls Taberné, hasta que quien se hizo cargo fue Manuel Prado y Colón de Carvajal, que hizo de catalizador con fortunas como las Kuwaitíes -aprovecahndo la invasión de Irak- con siniestros personajes como de la Rosa.
No; no seré yo quien defienda la conducta del Rey; simplemente me parece deleznable; de no tener nada a ser la cuarta monarquía en riqueza (algo que no se consigue con su asignación como Jefe de Estado).
Sin embargo, en un país de embaucadores, y la permanente amenaza de la división de España, diré -con resignación- bien hallado sea.
Su posible abdicación la veo como una dejación de la realeza, casi una traición de 'lesa majestad'.
Felipe tiene unos amigos que no son lo más propicio para mantener una monarquía; más bien todo lo contrario, y en ello le acompaña con fervor, su esposa. No, no es la solución.
Soy hijo de repubicano y monárquico por acomodamiento, pero si es Felipe quien debe sustituir a su padre, me hago republicano 'ipso facto'; prefiero un borbón que borbonea que a un Letiziano que letiziea.
¡A ver, su...(no sé que) Felipe, no cambie de amistades, pero exíjales una gran moderación, e incluya otras que no sean del cordón sanitario a la derecha que es la única que le defendería en última instancia. No trate de convertir republicanos en monárquicos -algo francamente difícil- sin embargo le está resultando fácil y con excelentes resultados, transformar monárquicos en republicanos.


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Ángel

sábado, 7 de febrero de 2009

Esperanza Aguirre

Admiro a Esperanaza y su contundencia de ideas; la admiro en muchas más facetas pero no como una lider para mí.
El escabroso mundo de los medios de comunicación no se maneja con buenos y malos; el inteligente o los utiliza o los 'mediatiza' en mor de otras informaciones.
Me parece que ahí Esperanaza manifiesta una plena debilidad; los medios de comunicación: ¡o son suyos, o no son!
Para mí es un gravísimo error; pues no hay gobierno 'puro' según nos demuestran los media 'sólo cuando quieren'.
Y ahí está la importancia; no se trata de que el cristal de tu patio sea inexpugnable; lo ha de ser también el de tu vecino; sino, a través de éste llegarán al tuyo.
Doy por descontada mi fe en Esperanza Aguirre, pero nadie debe poner las manos en el fuego por la lealtad de otros.
Doy por descontado que la campaña en contra de la Comunidad de Madrid no es nada fortuíta.
Doy por descontado que los acérrimos enemigos de Esperanza hayan propiciado o aprovechado la coyuntura mediática tan perniciosa para ella.
Doy por descontado que Esperanza no ha estado a la altura del reto.
Si pones la manos en el fuego puedes quemarte...
Si anuncias querellas o las llevas a la práctica, o ¡cállate!...
Yo, modesto fan de Esperanza, no puedo dejar de plasmar ésta mi desilusión; las respuestas han sido equívocas y faltas de fe; es decir, de contundencia.
Saludos

lunes, 19 de enero de 2009

Copió por su interés este escrito de mi amigo Germont

Se explica la anécdota de una crítica teatral que se limitaba a decir “anoche se estrenó en el teatro X la última obra de Fulanito: ¿por qué?”. Me ha venido a la cabeza, aunque no recuerdo el nombre del ingenioso y cruel crítico ni el del desdichado autor, al ver las fotos de Soraya Sáenz de Santamaría en El Mundo. Por más que le doy vueltas, el porqué se me escapa. ¿Qué ha podido pasar por la mente de esta política que aspira a hacer carrera, y que de hecho ha llegado ya muy alto, para posar en condiciones digamos que manifiestamente inadecuadas para un diario de amplia tirada nacional, con la que está cayendo? ¿Qué extraño cálculo político, o qué inmensa torpeza, o qué refinada maldad por parte del diario, se ocultan tras estas imágenes que producen sonrojo?

Bien, en justicia debería decir que al menos me lo producen a mí. Ya sé que lo políticamente correcto exige que no me pronuncie sobre las imágenes en sí, so pena de ser tachado de machista, retrógrado y qué sé yo. Muy hábil ha estado ahí el PSOE dejando claro que no opina, con lo cual ya lo ha opinado todo. Pero qué quieren que les diga, no me voy a privar: no me han gustado las fotos; esa expresión fallida de mórbida provocación; ese cuidadoso despeinado pretendidamente indicador de una noche loca (tal vez en celebración de que por una vez se le aceptase una moción parlamentaria); ese sentarse en el suelo con impostada informalidad; esa apariencia de resaca apenas amortiguada; y ese pie, por Dios, ese pie…

Pero al margen de esa opinión, ¿en qué sofisticado gabinete de imagen han aconsejado a doña Soraya para que en un momento en que Solbes se desmorona reconociendo que el país se hunde en la recesión; en un tiempo en que los ciudadanos pasan diariamente por miles a engrosar las filas del paro; en un instante en que las más sombrías nubes se ciernen sobre la prosperidad nacional; en una fase en que el Gobierno muestra más flancos abiertos que nunca; quién le ha aconsejado, digo, para que opte por aparecer de esa guisa durante varios días en la portada de uno de los mayores periódicos de España? La portavoz de la oposición posando en plan vampiresa de pacotilla (lo de femme fatale, sinceramente, le viene muy, muy grande) mientras a los ciudadanos, los que votan a su partido y los demás, se les hace un nudo en la garganta cuando atisban las perspectivas que parecen abrirse ante ellos…Bien, señores de la oposición, bien.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Me mojo en el conflicto palestino-israelí

Me mojo en el conflicto palestino-israelí

Reconozco que me resulta difícil ser neutral; me pongo en la piel de los 'revolucionarios' de Hamás; de joven leí técnicas de acción revolucionaria; entre otros capítulos recuerdo: ¡¡¡lo más importante es tener víctimas propias –aunque sean propiciadas por nosotros mismos- para hacer uso de ellas ante la opinión próxima y la mundial!!!.


Me mojo con lo que sucede en Gaza; esa opinión a la que he hecho referencia la considero miserable sin más; hemos visto multitud de adultos árabes enseñándonos triunfalmente los despojos de un crio que se ha enviado a primera línea de combate; nunca he visto la contraria (un judío enseñando como trofeo a su hijo muerto).

Esta ‘representación apocalíptica’ es lo que me da la sensación de que hay algo que no funciona bien.

La superioridad judía en los media de EEUU no la tienen en la unión europea; ésta es proclive a enviar cualquier Jomeini que se presente a 'redimir' a un pueblo oprimido para que lo opriman más (¡qué manía, Santo Cielo!); somos unos subordinados del terror islamista y no concebimos que haya algunos (los israelíes) que no quieran ser sojuzgados. ¡¡¡Triste Europa!!, ¡¡¡!Triste periodismo europeo!!!


Ángel

domingo, 26 de octubre de 2008

Relativismo y certidumbre

(Contestando a Fernando Pascual *)

Relativismo y certidumbre



He leído con atención el artículo de Fernando Pascual “Relativismo, verdad y democracia”.

Lo puedo calificar de excelente pero comprendo que la limitación de espacio no le permite extenderse más.

Yo le quiero contestar, con sus mismas dificultades de espacio, ampliando lo que el relativismo supone sin adscripción a religión alguna.

Para ello me basaré no en palabras de místicos más o menos reconocidos; pretendo hacerlo desde el punto de vista estrictamente humano en el cual se pueda aprehender y entender su entorno.

Creo que un problema fundamental de nuestra sociedad, llamada occidental, es la divulgación del conocimiento como si de una mercancía se tratara. Así asimilado, todo es relativo y todo depende de que la mercancía responda a nuestras expectativas; y si no ocurre así, ahí están los ‘demás’ mayoritarios que nos dicen que incurrimos en error (léase: democracia).

Se me podrá tachar de simplista, pero con tal argumentación he dejado callado a más de un relativista. Si la cuestión sigue, pues se me argumenta en un sentido de la conciencia de la relatividad personal, entonces acudo a algo tan grandioso como es el LHC (Large Hadron Collider); es decir, el gran reto europeo para encontrar lo que los más agnósticos llaman “la partícula de Dios”, científicamente conocido como el bosón de Higgs; es la partícula con la que se pretende definir porqué la materia contiene masa.

Es curioso que una cuestión que exige unos niveles intelectuales de comprensión nada o escasamente comunes se transforma en una noticia como si el resultado del choque entre protones a una velocidad superior al 99% de la velocidad de la luz fuera tan comprensible y definitorio como el resultado del campeonato del mundo de futbol; puede ganar uno u otro; el resultado será discutible, pero también será indubitado.

Con nuestro experimento LHC nos sucede lo mismo; están los que creen firmemente en encontrar tal bosón, y quienes no… pero… lo singular es que todos se detienen en una billonésima de segundo, más o menos, de producida la ya estandarizada, por aceptada, explosión del Big-Ban.

Pero observad, amigos lectores, no dicen nada del instante cero; hablar del cero les extrae de la física y lo cuantificable, para introducirles en la filosofía del absoluto: el cero: la nada.

Sólo una conciencia de nuestra finitud en conocimientos, pues finitos somos, nos puede llevar a la abstracción sobre la infinitud; y ello es ni más ni menos, que algo desconocido, algo inaprensible pero que existe; unos le llaman demiurgo, otros Dios en distintos idiomas pero, todos en común, en que existe algo superior.

En mi personal vacilar siempre he llegado a la conclusión que para cualquier ser humano capaz de razonar le debe resultar más difícil ser ateo que gnóstico; lo contrario también es cierto según mi punto de vista: si no hay razón, todo es relativo.

Pero lean las noticias que producirá el experimento LHC; no les extrañe leer un titular como el de El País – (no fue el único europeo)- cuando Stephen Hawking, nuestro más apreciado Nobel de Física, publicó su libro “Una breve historia del tiempo”; con tipografía de gran tamaño nos dijo:

“Por fin un Nobel demuestra que Dios no existe”

Y es que es más cómodo ser ajenos al absoluto o al infinito; son conceptos molestos.

Ángel, el 26 de Octubre de 2008

* http://www.aragonliberal.es/noticias/noticia.asp?notid=16811&menu=3

jueves, 2 de octubre de 2008

LENGUARACES


Hermann Terstch nos recuerda una frase del pensador americano Weaver en su libro "Las ideas tienen consecuencias" del siguiente tenor:



«Cuando las palabras han dejado de corresponderse con realidades objetivas, no parece de gravedad tomarse algunas libertades con el lenguaje».



Tal cita es de los años cincuenta del pasado siglo; parece que no debiera ser necesario reproducirla ahora ya en el s. XXI y a cuarenta años del Mayo parisino del 68; pero no es así; primero, porque muchos culpables de ese deterioro del lenguaje están todavía anclados en aquél mes y año; segundo, tal como apostilla Terstch:


"¿Cómo que algunas? Todas las libertades necesarias para convertir la realidad en concepto maleable, perfectamente intercambiable con su contrario, siempre que resulte conveniente. En su viaje a Nueva York, precedido de una mansalva de insultos y acusaciones al capitalismo y a Estados Unidos, Zapatero se presentó como un auténtico buhonero -según sus amigos avergonzados- ante una «cúpula empresarial» de medio pelo que no podía creerse tanta obsequiosidad y autocomplacencia"...


y sigue con su visita a Rusia tras su última genialidad al decir que si ganase McCain en USA, temería una reedición de la guerra fría. ¡Pues que bien!



Ya antes se había pavoneado de haber adelantado a Italia en renta per capita, algo que está con el asterisco de la duda; pero no sólo eso, además nos añade la primicia de que en breve superaremos a Francia y, como remate a puerta, cita expresamente a Sarkozy, el Presidente francés.He recordado las palabras de Felipe González quien, en un curso de ESADE mostró su enojo con los "Optimistas profesionales y adanistas"; brillante frase del genuino ex, para no citar a Zapatero; al revés que éste con el francés.



Creo que somos muchos los que estamos preocupados o muy preocupados con el lenguaje del relativismo en el que algo significa una cosa, o la contraria, o ninguna de las dos; así siempre se puede recular; en Europa en general, y en España en particular, ha habido y hay excelentes expertos en la materia; creo que han deconstruido tanto que sólo les debe faltar hacerlo con los artículos, pues el sujeto, el verbo y el predicado ya no saben que predican; actualmente, y desde hace unos años, más de cinco, nos han venido otros expertos más jóvenes y lozanos, desde un Pepiño, a una de la Vega, un Lassalle con su liberalismo igualitario o Saénz de Santamaría con el liberalismo social; pero ha surgido una figura que enardece por lo que se le debe dar el título de Gran Maestro; aunque creo que no hace falta dárselo pues para eso está él, para auto-concedérselo.



Los que he citado y otros más que seguramente añadirán quienes me lean, tienen una ventaja nada ligera; sólo adoctrinan a los pastueños españoles que no se enteran de nada que no sea la imagen.



Pero... nuestro Gran Maestro va haciendo chirigotas por esos mundos indigenistas, con graves resultados como "el de a estos se les puede dar de bofetadas pues, si se enteran, creerán que son gracietas que se hacen entre primeros ministros", tal cual confiesa el abofeteado en nuestra cara, y a quien le acarician su ego con ditirambos sobre su nuevo socialismo, progresismo y 'aliancismo' sincrético; con lo cual sigue encantado de ser la encarnación del "cualquiera puede ser presidente de gobierno".



Lo siento, pero yo, con otros, me siento abochornado y con la sensación de vergüenza ajena, que no es tan ajena pues es a nosotros a quienes nos representa.



No sé si alguno de sus centenares de asesores le dirá que con los indígenas… lo que quiera, pero ojito con los europeos que son gente ilustrada, y con los americanos quienes, con su escaso bagaje cultural, nos ignoran, ¡y ni siquiera olímpicamente!, y cuando nos recuerda Obama a McCain lo hace sólo como recurso dialéctico.



Ya el Corriere della Sera nos lee la cartilla y se la lee, también y directamente, a nuestro presidente preguntándole donde está su sonrisa tras la "frenada española" y que "La España del "sorpasso" (adelantamiento) descubre que todavía tiene algo que aprender del 'Made in Italy'. Y Zapatero deja de sonreír", y remata con un "El líder socialista, empeñado en una carrera hacia la modernidad que quiere tutelar las parejas de hecho, mejorar el aborto, introducir el suicidio asistido, se ha dado cuenta tarde que la tapa de la olla económica estaba saltando", mientras, el ministro de Interior declara a L'Espresso que los gitanos italianos…, "muchos se han ido espontáneamente hacia la más permisiva España de Zapatero".



No sé si en Francia ha habido alguna reacción notoria, pero no deja de ser triste que Sarkozy, Presidente de la UE, convoque a Italia y no lo haga con España… para examinar la crisis económica que también es ya europea menos para España donde sólo estamos desacelerando pisando el freno.



Las ligerezas del lenguaje las acabamos pagando todos; si no nos entendemos o no nos enteramos de lo que nos dicen, ¿¡a dónde iremos!?



Dejo la respuesta en el aire; cada cual lo hará según su personal visión; yo confieso que tengo la sensación de que España perdió su oportunidad de estar entre 'los grandes' y que esa oportunidad ya no se repetirá; se perdió el tren; y nos hemos adocenado, inmersos en un relativismo en el que todo está bien siempre que sea progresista, aunque tampoco sepamos que significa esa palabra.



Ángel, el 2 de Octubre de 2008.



(*) Las frases copiadas lo son de abc.es, lanacion.es, de LD, de 'esd' y de CD.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

5.9.2008.
Subida del sueldo porque sí.
Por: Ángel
Había razones...

La empleada doméstica pidió aumento de sueldo.
A la señora no le cayó muy bien la solicitud y le preguntó:
- María, por que quieres que te aumente el sueldo?...
- Señora: hay tres razones. La primera es que yo plancho la ropa mejor que usted
- Quien te dijo que planchabas mejor que yo?
- Su esposo lo dijo
- ¡OH...! ! !
La segunda razón es que yo cocino mejor que usted
- Eso es puro cuento, quien te dijo que cocinabas mejor que yo?
- Su esposo también dijo eso
- ¡Ah caramba....! ! !
- La tercera razón es que yo soy mejor en la cama que usted...
(La señora muy descompuesta)
- ¿¡Mi esposo te dijo eso??? ! ! !
- No señora, el jardinero fue quien me lo dijo...
OBVIAMENTE LA SEÑORA LE AUMENTÓ EL SUELDO...
7.9.2008.
ESPAÑA TRISTE; ESPAÑA PERPLEJA

Por: Ángel
Repaso una columna de Umbral que titulaba “España triste”; la escribió tras el 11-M y la subsecuente victoria de Zapatero.
2 comentarios

Decía entonces:
“Lo que estamos viviendo desde hace una semana es la España triste de la posguerra, la revolución, el crimen…/…La victoria del señor Zapatero no ha sido una victoria alegre sino entintada de sangre, humos y bajos…”
No pretendo con este recuerdo hacer un remedo de la grandísima tragedia que padecimos; lo que si hago, obviando aquella, es pensar que también ahora podríamos decir “España triste” y, quizás, Umbral escribiría lo mismo pero sin aquel referente.
No ha sido tampoco alegre la nueva victoria del señor Zapatero salvo para sus simpatizantes y no todos; no consiguieron los 173 escaños que él había escrito e introducido en un sobre que se cerró en su presencia y la de Pedro J. Ramírez que era su entrevistador; el PP se encontró ante un auténtico fiasco; y los nacionalistas notaron enseguida que tendrían que aflojar la soga con la que habían estado estrangulando al gobierno; sólo Rosa Díez podía estar contenta, y con razón.
Pero es que ha bastado poco más de un mes para que se percibiera que las cosas del comer no eran como las había pintado el triunfador; con sólo dos meses creció la sensación de que el gobierno no pisaba suelo; y en tres meses ya había aparecido la inquietud y la zozobra en el ciudadano comprometido con su sociedad (a quienes no lo están les parece este país una jauja del disloque judicial y de la seguridad)
En ese tercer mes se reconoce que la situación era más complicada de lo prevista; se prometen medidas; pero las medidas carecen de enjundia y son reiteración de otras que ya habían sido vendidas.
Sigue creciendo la inquietud y entonces el gobierno, que percibe que el ciudadano piensa que no sabe que hacer, piensa que sí que sabe que hacer; es lo que brillantemente hicieron en la anterior legislatura: Dividir a los españoles.
Y así nos encontramos con un trágico accidente que el propio gobierno politiza con un “yo pasaba por ahí y no vi nada”; se llenan páginas, ondas y pantallas sobre la noticia; para seguir llenándolas nos anuncian una nueva ley del aborto como si adaptarla fuera insuficiente para calmar apetitos abortistas; se hace un homenaje a la mujer miembro de la policía o de las fuerzas armadas prometiendo cambiarles con urgencia sus trajes; se anuncia el desarrollo de una primera ley sobre la eutanasia, se potencia la supuesta paternidad de Aznar en un evidente embarazo, Garzón se lanza a la piscina con sólo el agua ‘progresista’ y quiere saber los muertos en nuestra guerra civil… pero sólo los de un bando… y lo que nos tocará sufrir; como he recordado antes, hay que reconocer que nuestros gobernantes son excelentes expertos en esta materia de división y carnaza mediática, aunque sea con asuntos que no constaban en su programa electoral… En este momento pienso que más que triste, “España está perpleja y acomplejada”. Nuestros políticos van a lo suyo cuidando sus parcelas de poder con botes de humo y pensando que ya escampará; incluyo a nacionalistas y la que debería ser la oposición; la cual parece acomplejada, resignada y sin fuerzas para defender lo que sus votantes presuponían que defenderían. Umbral terminaba su artículo: “Esta España triste no sabemos cuanto va a durar pero es como una convalecencia larga y solitaria de todos los españoles…/…España triste como un tren que retrocede y descarrila, dejándonos a todos sin biografía”
Y con esta cita termino también perplejo; no sin recordar que echo en falta esas memorables columnas de aquel a quien llamaban ‘el maestro’.
Ángel, el 5 de septiembre de 2008

martes, 23 de septiembre de 2008

Estos días he leído, en numerosos artículos, implacables cachondeos conceptuales y anecdóticos contra el liberalismo, aprovechando que por ahí pasa una inmisericorde campaña antiliberal. Lo he leído tanto a adictos a nuestro régimen imperante como a quienes tradicionalmente no lo están; es decir, los pseudos-independientes.Entiendo que eso es muy 'facilón'; más difícil sería contarnos que es el liberalismo económico, con sus curvas de oferta y demanda liberadas de oligopolios o, peor, monopolios; eso y no otra cosa es 'lo liberal'; en cuanto se coarta una de las dos, oferta o demanda o ambas, NO HAY LIBERTAD de mercado.Pero parece que muchos se están cobrando facturas pendientes con el liberalismo; sin disimulo, muchos confunden el llamado movimiento 'neocon' con la libertad de mercado y de paso le dan un 'viaje' a Bush al mejor estilo de Zapatero.Recuerdo a Balmes cuando nos decía que en un debate lo primero que hay que hacer es estar de acuerdo en 'el qué' se debate y en que términos se hará.Percibo que se está hablando y escribiendo más por fobias o filias, incluida la terminología, que por un análisis de lo que se comenta.Y es una desgracia más añadida a la que estamos sufriendo; porque todos podemos aprender de todos; y la cuestión que se nos plantea merece todo esfuerzo de análisis y concreción; echar las culpas a otros no nos va a solucionar nada. Un camino de análisis apenas seguido es preguntarse que tienen de liberales las grandes fortunas de nuestro país; fortunas que lo fueron con Franco, y lo han sido con UCD, con el PSOE y el PP, y lo siguen siendo con el PSOE de nuevo ¿hay alguna que haya tenido un comportamiento liberal? Ahora lo hago extensivo a nivel internacional; ¿qué tiene de liberal Billy Gates quien intenta monopolizar el mercado informático, o el socialdemócrata George Soros que en un día ganó mil millones de dólares hundiendo la libra, lo que también hizo con la peseta y la lira (me parece recordar)?; ¿y la OPEP?; ¿y las siete olores petroleras?; ¿y las inversiones de las fastuosas fortunas de los países productores de petróleo?; ¿y las de los nuevos supercapitalistas rusos y chinos?; pregunto.Mi respuesta es la que apuntan los estudiosos sobre economía; las grandes fortunas, los poderosos tienen una inclinación antiliberal; les rinde más manipular que ser honrados.Los americanos ya inventaron las leyes antitrust a finales del s. XIX y los europeos les siguieron cos sus tribunales de defensa de la competencia; está claro que han sido y son insuficientes; ¿ son intervencionistas estas leyes?; pues sí, pero su fin es lograr una auténtica libertad de mercado; si no existe esa libertad, el mercado no se autorregula si no que LE 'autorregulan' los poderosos los cuales, aunque compitan entre si, se confabulan para actuar como 'lobbies' para su mejor e inmediato beneficio; y eso si que no es liberalismo.Hoy, Pedro J., en su carta dominical como Director de El Mundo, hace una reflexión sobre los actuales sucesos económicos y la visión gubernamental con la de su entorno mediático. Recuerda a Gandhi con su frase... "la tierra produce lo suficiente para satisfacer las necesidades humanas, pero siempre se quedará corta ante la codicia".Y la codicia no es ni de derechas ni de izquierdas; ni es liberal, ni es conservadora, ni es socialista ni social demócrata; simplemente es… humana.Luego recuerda la película 'Wall Street' en la que uno de sus personajes dice: "La cuestión es, señoras y señores, que, a falta de una palabra mejor, la codicia es buena. La codicia está bien. La codicia funciona"…hasta que ha dejado de hacerlo; que es lo que ha sucedido.Creo que sólo por lo dicho se justifica una intervención en los momentos actuales; queramos o no, estamos instalados en una economía de mercado; sin ella no habría empleo siquiera suficiente; hay que intervenir, sajar, curar y seguir con una libertad de mercado con mecanismos que impidan eso: la supremacía de la codicia.Saludos.Ángel el 21 de septiembre de 2008

viernes, 24 de agosto de 2007

Españas

JOAN SUBIRATS en El País 24/08/2007

Estamos en una situación curiosa a pocos meses de las elecciones. El Gobierno afirma que todo va bien, la oposición afirma que si bien ciertos temas van bien, aunque podrían ir mejor, hay muchas cosas que van fatal. Y mientras, mucha gente en España no ve reflejadas sus preocupaciones ni por unos ni por otros. Seguramente, lo que está ocurriendo es que aumenta el número de personas que son cada vez más invisibles para las instituciones públicas. Desde mi punto de vista crecen los procesos de dualización social en España, y esa preocupante situación no tiene quien la canalice políticamente de manera adecuada. La situación económica es aparentemente mejor que nunca. El paro ha disminuido a niveles que resultan difíciles de recordar en la España democrática. Los indicadores macroeconómicos expresan una salud envidiable. Corre el dinero, se venden pisos, se exporta más que nunca, los bancos y las empresas españolas invierten en cualquier rincón del mundo. Pero, todo ello, como acostumbra a pasar, no se reparte o afecta de la misma manera a los habitantes del país. Al mismo tiempo que el bienestar general aumenta, se acrecienta el malestar particular de muchos. La sociedad española es más rica, pero es también más desigual. Más gente que no llega a final de mes. Más gente que se endeuda de manera creciente. Más jóvenes que no logran estabilizar su empleo, ni emanciparse de sus dependencias familiares. Más ancianos, y sobre todo ancianas, que se las ven y se las desean para poder seguir viviendo dignamente. Los inmigrantes sin papeles siguen estando en niveles de supervivencia muy básicos, y sin posibilidades de acceder a la condición de ciudadanos. Hay barrios en las grandes ciudades que tienen niveles de vida y de convivencia que están muy alejados de otros barrios de esas mismas ciudades (en Barcelona, las diferencias en renta familiar disponible entre el barrio de Besós Mar o zonas del Raval y zonas de Pedralbes es de 1 a 6). Crece sin parar la población reclusa en España, y los lugares de procedencia y los colores de la piel de los recluidos van concentrándose de manera inequívoca. Podríamos seguir.

Políticamente, esa realidad, que aumenta en vez de disminuir, no encuentra "voz" en el sistema institucional. Son personas, colectivos y territorios cada vez más invisibles. El mapa de la abstención en España es muy elocuente, si uno pasa de la macrocifra de la provincia o de la ciudad a la del barrio o de las secciones censales. Las correlaciones entre abstención electoral, nivel de estudios y de renta, asustan. La autonomía individual plena se consigue a través de la participación efectiva en la vida pública, y si bien ello no tiene por qué pasar estrictamente por ir a votar en unas elecciones, los políticos que acostumbran a centrar la capacidad de transformación social en la acción desde las instituciones no deberían mirar a otro lado cuando esa exclusión política acontece. La apatía política no es una causa sino una consecuencia de la falta de presencia activa de cada quien. ¿Es necesario recordar que política y cotidianeidad no son compartimientos estancos, y que por tanto, si tu día a día está lleno de sinsabores, problemas, marginalidades y exclusiones, difícilmente podrás imaginarte o pensarte como ciudadano sólo para ir a votar en unas elecciones llenas de mensajes simplificadores y de dramaturgias para iniciados? Uno es ciudadano, o sujeto activo, en política si lo es y se siente como tal en su vida cotidiana. La abstención selectiva, ese plus de ausencia de voz, no nos debería pasar por alto.

En este sentido, pienso que uno de los peores errores de un político es no ser capaz de recibir señales de su entorno. Si uno está en el Gobierno, ello puede ocurrir al producirse el llamado efecto group thinking, por el cual el líder queda cortocircuitado de lo que realmente ocurre, ya que la información le llega filtrada por un entorno que sólo transmite lo que resulta positivo, o coherente con la estrategia que ellos mismos han diseñado. Pero, puede también ocurrir que sea el propio líder el que "filtra" y descarta, de manera consciente o inconsciente, todo aquello que le resulta incómodo o contradictorio con su propia posición. ¿Ocurre ello en España? Si hacemos caso de lo que van diciendo el presidente Zapatero o el ministro Solbes, parecería que a veces ello es así. Y si observamos a la oposición que realiza el Partido Popular, no parece que ello le preocupe demasiado, enfrascado como está en el sonsonete del terrorismo, la fractura de España, el adoctrinamiento de los niños y jóvenes en las escuelas o los peligros que aparentemente corre la libertad religiosa. ¿Quién representa a los sin voz? Necesitamos un poco más de radicalidad democrática, recordando que democracia no es sólo el mantenimiento de unas reglas de juego y de representación determinadas sino que los valores que la democracia transporta, sus "promesas" (parafraseando a Bobbio), son también promesas de igualdad y de transformación social. El problema que tratamos de plantear no es estrictamente de sistema electoral. Evidentemente, sería mejor un sistema que combinara más personalización de la representación con mecanismos que aseguren que la proporcionalidad no se pierde. Pero el tema central no es ése. De lo que estamos hablando es de mejorar las condiciones de vida de la gente. Si estamos en lo cierto, a más igualdad, bienestar y educación, más participación. No basta que la gente se asuste con que va a ganar el PP, o que si gana el PSOE España se hunde. Sólo con temor no arreglaremos el tema. Necesitamos visión, convicción y sensación de que votando, mi vida, nuestras vidas, pueden mejorar. Si no recibimos esas señales, cambiando políticas y prioridades, acabaremos, de hecho, deslegitimando la propia democracia.

Joan Subirats es catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona

jueves, 23 de agosto de 2007

Cuidemos a Gallardón

Por Iñaki Ezkerra en La Razón
En la política española está pasando algo muy raro. Aquí todos hacen el papel opuesto para el que han sido designados. El Gobierno hace un papel de oposición metiéndose con el PP como si éste fuera el partido que gobierna mientras el PP se cree que es el PSOE y arremete todo el día contra Gallardón, o sea contra sí mismo. Sinceramente, no entiendo ese juego de ver la paja en el ojo de Gallardón, en el que están empleando unas energías dignas de mejor causa ciertos compañeros de su partido que tienen en el propio más vigas que el estadio Bernabéu. Cada vez que el buen hombre abre la boca -y es normal que la abra por ser quien es y porque estamos ante las generales más importantes e inciertas que ha habido en España después de las del 77- se tiran sobre él con unas ganas que, de ir dirigidas contra el Gobierno, ya habrían puesto fin hace tiempo a esta insufrible legislatura.
No sé si ha habido un punto de inoportunidad en esas declaraciones suyas tan polémicas en las que, por cierto, esquiva la pregunta sobre las listas en contra de lo que se está diciendo. Pero aunque así fuera no se entiende tanta agresividad contra el hombre que más votos se lleva en ese mismo partido que ha sido capaz de cerrar filas en torno a un Piqué que logró que surgiera Ciutadans en Cataluña o en torno a un Fraga que no supo presentar a un delfín que le sustituyera en Galicia -cosa que en su día sí supo hacer, paradójicamente, en la AP nacional-, o en torno a un Sanz que antepone su sillón a los intereses que -se supone- estaba defendiendo en Navarra. Si se cierran filas en torno a esos casos, ¿qué tiene el pobre Gallardón para no merecer una solidaridad semejante? Yo es que ya he oído hasta criticarle por sus méritos, por ganarse el voto gay en el barrio de Chueca pese a que el PSOE trajera el matrimonio homosexual. Sacas ese argumento y hay quien te suelta indignado: «-¡A ésos, a ésos será a los que les guste Gallardón!». Pues sí, a ésos y a los otros, a todos los que pueden hacer que las cosas cambien en este país.
Luego están los ecuánimes que te dicen cosas como «lo que tiene que hacer Gallardón es trabajar para dar votos al PP». Como si Gallardón no trabajara, como si no llevara treinta años en ese partido, desde su fundación, y no hubiera ganado cuatro mayorías absolutas; como si no hubiera dejado Madrid irreconocible con esos impresionantes y emocionantes y sobrecogedores túneles de la M-30 o de la Castellana que son sencillamente una obra faraónica; como si no hubiera convertido el poblachón de la verbena de Tierno en una elegante y grandiosa ciudad de diseño. Hay quien no ha entendido que Gallardón no aspira a ser presidente sino que es un faraón. Cuidémosle. Uno si fuera Rajoy no diría de él, como dijo después de las municipales: «En el PP tenemos mucha gente válida». No diría eso porque no tiene el PP tanta gente válida y por eso les va como les va. Uno si fuera Rajoy contrataría a Gallardón para que empezara a hacer ya uno de esos túneles que él sabe hacer hacia La Moncloa. Porque, si es por lo que se ve hoy a la luz del día, el PP no gana las generales ni con la ayuda de Maleni.

Estrategia popular (M.J. Navarro)

He estado observando detenidamente a Esperanza Aguirre (maravillosa foto que adornaba la impagable portada de LA RAZÓN) saltándose una red de padel con la destreza de un monosabio, sujeta a su raqueta, controlando sutilmente cada pliegue de su falda estampada, descalza como una ninfa, sin temor al espolón ni al ojopollo, y he llegado a la conclusión de que Gallardón no se merece un escaño. A Gallardas no le veo yo encaramado con la misma donosura a ese límite sagrado del deporte medio burgués, y mucho menos, elevando su sayón con semejante gracia y desparpajo. Gallardón no se merece un escaño. Después he visto la fulgurante estampa de Acebes, que es un cascabel, un sonajero, una tintineante campanilla, un tío de jajájajá, paseando por Marbella su tipín, y he rumiado para mis adentros que Gallardón no se merece un escaño en el Congreso. A Gallardón no le veo yo en esas impactantes ruedas de prensa del secretario general, tan de titular, tan de sí y al mismo tiempo tan de podría ser. Gallardas no puede estar en el Congreso. Jamás estaría tan moreno como Zaplana. Jamás haría el humorismo de Pujalte. Jamás. Todos sus aplausos se tornarían, a los ojos de sus correligionarios, en aceradas críticas, y todas sus aceradas críticas, en pasadas de la mano por el lomo. Gallardón lo que tiene que hacer es ocuparse de Madrid, que después de tanta mayoría absoluta y de arrasar, y de cepillarse a los rivales, no se cómo se le ocurre no estar sobre las cosas en las que tiene que estar. Meterse en obras y tal. Gallardón lo que tiene que hacer es ir a las verbenas y aprender a comerse un bocadillo de gallinejas, que ya verás que popular se hace en Génova, valga la redundancia. Y decir lo de la locomotora de España, y frases de dudoso calado, y pensadas casi por el que ideó «Que vienen los socialistas» de Pajares y Esteso. Y si tiene aspiraciones, que se aplique la plancha, bien caliente entre los muslos, que ya verás cómo se le pasa de golpe la tontería. Hooombre, ya, tanto talento, tanto talento. Pues que lo embotelle. Con las listas electorales que hay, que no las conoce ni Perry, y ahora vamos a colocar a Gallardas. Quiá, que diría el castizo.